La felicidad también se encuentra en las proteínas

Las proteínas de la dieta nos aportan aminoácidos que nos ayudan a producir diversos químicos beneficiosos en nuestro cuerpo, y uno de esos químicos es la serotonina, la llamada hormona de la felicidad.

No es ningún secreto que una de las grandes búsquedas en la vida de todo ser humano es la felicidad. Y esa felicidad viene de muchas formas, pero una muy importante, es la sensación de bienestar que nos da la serotonina, un neurotransmisor que se ha ganado el nombre de “hormona de la felicidad”.

La serotonina es necesaria la regulación del estado del ánimo, entre otras cosas. Nos ayuda a reducir la ansiedad y a darnos esa sensación de bienestar que tenemos cuando estamos felices. Por eso, a pesar de ser más un neurotransmisor que una hormona, se ha ganado el título de “hormona de la felicidad”.

Pero la serotonina no se produce de la nada, necesita de la materia prima correcta para crearse, y esta materia prima, es principalmente triptófano.

El triptófano es un aminoácido esencial. Los aminoácidos son los bloques que forman a las proteínas. Las proteínas son moléculas que nos ayudan a dar estructura a nuestro cuerpo, formando músculos por ejemplo; pero también nos ayudan a facilitar muchos procesos en el cuerpo.

El que un aminoácido sea esencial, quiere decir que lo tenemos que obtener forzosamente de la dieta, porque nuestro cuerpo no tiene la capacidad de formarlo por sí mismo.

Este es el caso del triptófano, el aminoácido necesario para crear serotonina, la hormona de la felicidad.

Sin suficiente triptófano en la dieta, nuestros niveles de serotonina se van a ver afectados. Esto se va a traducir en un estado del ánimo reducido y mayor predisposición a problemas de estrés, ansiedad, y depresión.

Aunque estos problemas tienen varios factores que los ocasionan, la falta de serotonina es uno de los problemas importantes.

¿Quieres sentirte más feliz? ¿Con más energía? ¿Quieres tener menos estrés, ansiedad, y depresión? Aumentar los niveles de serotonina naturalmente es una de las mejores estrategias para mejorar todo lo anterior. Y la solución puede ser tan sencilla como: ¡Aumenta tu consumo de triptófano!

Al triptófano lo obtenemos principalmente de alimentos como el pollo, el pavo, los huevos, o el salmón. Y una fuente vegetal increíble de triptófano, son las semillas de calabaza, la cuales tienen una alta densidad nutricional: Una pequeña cantidad de semillas de calabaza nos aporta una gran cantidad de triptófano.

Estos alimentos contienen proteínas que están formadas por triptófano. Cuando se descomponen y se absorben en tu cuerpo, obtienes ese triptófano, el cuál ahora tu cuerpo lo puede utilizar para la formación de sus propias proteínas y sustancias como los neurotransmisores, en este caso, el triptófano.

Incluir más pollo, pavo, y huevos en tu dieta, u opciones como las semillas de calabaza, te harán ir mejorando con el tiempo tus niveles de serotonina naturalmente, lo que hará que cada vez te sientas mejor y más feliz.

Comer pollo tres o cuatro veces por semana. Pavo, una o dos veces por semana, huevos tres o cuatro veces por semana. Y semillas de calabaza tres o cuatro veces por semana, hará maravillas por tu salud.

Puedes comerlos más veces si así lo deseas, solo procura que sean pollos de calidad. Puedes intercambiarlos también si alguno de estos alimentos no te gusta. El punto no es complicarnos la vida contando cuantas veces hay que consumir estos alimentos, sino hacer consciente la idea de que aumentar el consumo de estos alimentos, nos va a hacer sentir mejor.

Rodrigo Arteaga

Médico apasionado en crear salud con cambios fáciles en el estilo de vida.

https://www.drrodrigoarteaga.com
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