¿Cómo proteger nuestra salud en un mundo rodeado de tóxicos?

25 mar

Seguramente has escuchado por todas partes la gran cantidad de tóxicos a los que estamos expuestos: contaminación en el aire, desodorantes con aluminio, vegetales llenos de pesticidas, microplásticos por todas partes, pescados con mucho mercurio, y en general, muchas amenazas a las que nos enfrentamos día con día. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?

Es verdad que el mundo industrializado es un lugar contaminado, también es verdad que muchos productos contienen componentes dañinos dentro de sus ingredientes, y también es cierto que hay alimentos como ciertos pescados grandes como el atún, que están contaminados con metales pesados; sin embargo, podemos protegernos de todos estos tóxicos que atentan contra nuestra salud con nuestra mejor arma: La nutrición.

Verás, lo mejor definitivamente es intentar alejarnos en la mayor medida posible de los compuestos tóxicos que puedan afectar a nuestro cuerpo, pero esto no siempre va a ser posible ni práctico, aún así, podemos reducir y mitigar en gran parte el daño que estos compuestos dañinos pueden llegar a causar dándole a nuestro cuerpo la nutrición que necesita.

¿Cómo es que la nutrición nos protege de los tóxicos?

La nutrición es clave para que nuestro cuerpo funcione correctamente, y vivir en un ambiente estéril es imposible, por lo que nuestro cuerpo tiene los mecanismos necesarios para desintoxicarse a través de varios mecanismos. Órganos como el hígado o los riñones participan activamente en cómo nuestro cuerpo se deshace de las sustancias nocivas, pero en general, todas las células del cuerpo tienen algún grado de participación en este trabajo, y la mejor manera de apoyar a estos procesos, es con una buena nutrición.

Una de las razones por las que hoy en día hay tanta obesidad y enfermedad en el mundo, es que en las últimas décadas, hemos estado comiendo una gran cantidad de alimentos nutricionalmente pobres. Esto es un problema porque consumir alimentos nutricionalmente pobres o con muchos químicos añadidos, como muchos alimentos ultraprocesados — ya sabes, todo lo que viene empaquetado y con una larga lista de ingredientes y azúcares añadidos — hace que nuestro cuerpo necesite muchos nutrientes para poder procesar esos alimentos no saludables. Y si esos alimentos no saludables no nos aportan nutrientes, y encima aumentan nuestra demanda de nutrientes, este tipo de alimentación crea un ciclo vicioso donde cada vez estamos más desnutridos y necesitamos más nutrientes, y por ende nuestros procesos de desintoxicación se ven bastante reducidos.

Por otro lado cuando nuestro cuerpo tiene una buena nutrición, nuestros sistemas de desintoxicación pueden funcionar correctamente, además de que los nutrientes suelen competir contra tóxicos por su absorción, por lo que a mayores niveles de nutrientes, más difícil va a ser para un tóxico, como algún metal pesado, absorberse. Y también cabe mencionar que algunos minerales contrarrestan los efectos dañinos de ciertos tóxicos.

Tomemos al selenio por ejemplo, un mineral clave para la función de nuestra tiroides (una glándula que tenemos en el cuello clave para un buen metabolismo): Cuando consumimos algún pescado con mercurio, el selenio compite con ese mercurio por la absorción en nuestro cuerpo, por lo que si tenemos buenos niveles de selenio, nuestro cuerpo va a absorber una mínima cantidad del mercurio proveniente de ese pescado. Y muchos pescados contienen grandes cantidades de selenio, por lo que pescados como el salmón, que se que se ha llevado una mala fama últimamente por su contenido de mercurio (el cuál no es tanto comparado con el atún o el marlin), realmente sigue teniendo más beneficios que riesgos consumirlo, ya que proporciona un montón de grasas saludables, nutrientes, y realmente los efectos del poco mercurio que puede contener se ven bastante contrarrestados. Estos nos ayuda a entender cómo una buena nutrición nos protege de los tóxicos.

Vayamos ahora a ver qué estrategias podemos tomar para poder protegernos contra los diferentes tóxicos del mundo.

Cómo nutrirnos para combatir a los tóxicos

Aumenta tu consumo de vitaminas y minerales: La manera más sencilla de hacer esto es incrementando el consumo de verduras y frutas, y diversificar las opciones de estos alimentos en nuestra cocina. Los vegetales en general contienen una gran fuente de nutrientes clave para darle a nuestro cuerpo ese funcionamiento que necesita. Escoge las verduras y las frutas que más te gusten. Y en el caso de las frutas, es mucho mejor comerlas enteras, no en jugo, y de preferencia después de tus comidas, como postre.

Aumenta tu consumo de proteínas y grasas saludables: Ambas le van a dar estructura a nuestro cuerpo para poder repararse, desintoxicarse, y reconstruirse. Opta por fuentes de proteína de calidad como carne de pastura libre, pollo libre de jaula, pescado salvaje, huevos, o la proteína vegetal de tu elección como almendras, o quinoa. En el caso de las grasas saludables opta por aguacates, yema de huevo, aceite de oliva, nueces y frutos secos, o coco. *Pronto prepararé una lista con una gran lista de alimentos qué podemos comer sin problema, y cuáles debemos evitar.

Aumenta tu consumo de antioxidantes: Una de las principales causas del envejecimiento, de un declive en la función de nuestros órganos, y por ende una menor capacidad para desintoxicarnos — lo que nos lleva a una menor salud — es el daño causado por unas moléculas llamadas radicales libres. Los radicales libres en pequeñas cantidades son normales, debido a que se producen después de ciertas reacciones normales en el cuerpo; pero también se producen en grandes cantidades cuando estamos expuestos a toxinas. Y la mejor manera de combatirlos, es a través de los antioxidantes.

Los radicales libres nos oxidan. Así como el metal se pone marrón cuando se oxida, algo parecido nos pasa a nosotros — solo que en vez de ponernos marrón, vamos perdiendo nuestra función — por lo que queremos evitar esto. Por eso los antioxidantes reciben ese nombre, porque evitan nuestra oxidación.

Existen diversos antioxidantes, entre los mejores se encuentran la vitamina C, E, y compuestos saludables de vegetales llamados flavonoides. ¿Mejores fuentes de antioxidantes? Bayas, arándanos, moras, frambuesas, zarzamoras, berries, cítricos, espinaca, y brócoli.

Elige alimentos orgánicos: La comida orgánica siempre es mejor debido a la manera en la que cultivan los alimentos. No solo están mucho más libres de tóxicos como ciertos pesticidas, sino que también son alimentos más nutritivos. No siempre podemos comprar orgánico puesto que a veces no hay y sabemos que es más caro, pero ese precio extra suele valer la pena. De igual manera cuando no puedas comprar orgánico, solo asegúrate de lavar bien tus alimentos, y prioriza escoger alimentos orgánicos los cuales se saben que suelen estar muy contaminados como las fresas, o las manzanas.

Ojo, un punto importante a aclarar, es que orgánico no necesariamente es lo mismo que saludable, alimentos ultra procesados con ingredientes orgánicos siguen siendo alimentos ultra procesados.

Incluye fibra en tu dieta: La fibra es clave para limpiar el tracto digestivo y facilitar la eliminación de toxinas en las heces. También apoyan a nuestra microbiota intestinal, que son los microorganismos buenos que viven en armonía con nosotros en nuestro intestino y que nos brindan muchos beneficios. ¿La mejor fuente de fibra? Nuevamente ganan los vegetales. Incorpora una variedad de vegetales en tu dieta, y tus requerimientos de fibra estarán más que cumplidos.

¿Cuánta verdura puedes comer? La que quieras, porque además de que es sumamente nutritiva, la fibra ayuda a saciarnos. De preferencia incluye verduras en todas tus comidas y preparalas a tu gusto. A mi me gusta cocinar una mezcla de brócoli con coliflor, y zanahoria, (mismas que compro congeladas**) en aceite de oliva*** a fuego medio lento, con mantequilla natural (no margarina porque es inflamatoria) y con sal natural y pimienta, ¡son deliciosas!

**Hay mitos sobre si las verduras congeladas son igual de nutritivas o no que las no congeladas, y a pesar de que cuando no son congeladas suelen ser un poco mejor, las verduras congeladas también son una excelente opción, y suelen ser más prácticas al venir cortadas y en mezclas sabrosas.

***También hay mitos sobre si se puede cocinar con aceite de oliva, y la respuesta es: ¡claro que sí! La evidencia ha mostrado que es un gran aceite para cocinar, en especial el aceite de oliva extra virgen. Además es súper nutritivo, ¡una de tus mejores opciones para cocinar!

Bebe suficiente agua: Una buena hidratación es clave para facilitar la eliminación de tóxicos a través de la orina y el sudor. Además de que el agua también optimiza la función de tus riñones y el hígado, lo que permite filtrar, expulsar, y manejar los diferentes tóxicos a los que pudiésemos estar expuestas o expuestos.

¿Cuánta agua tomar? Existen diversas fórmulas, pero no hay necesidad de complicarnos tanto. Apunta a los 3-3.5 litros diarios. Bebe agua cuando tengas sed. Y procura que tu orina sea color amarillo claro y transparente.

Incorpora alimentos que promueven la desintoxicación: Diversos alimentos tienen propiedades que apoyan a nuestros sistemas de desintoxicación, como el té verde, el ajo, el jengibre, y los vegetales crucíferos como el brócoli. Estos alimentos promueven la desintoxicación por parte del hígado, por lo que son de gran ayuda para combatir toxinas.

Hay una variedad de combinaciones de té verde e infusiones que promueven la desintoxicación por parte del hígado, por lo que una taza después de tu comida o cena, te ayudará increíblemente.

¿Podemos llevar una vida libre de tóxicos?

Llevar una vida libre de exposición a tóxicos en el mundo moderno es prácticamente imposible, pero definitivamente podemos minimizar en gran medida el daño que nos ocasionan. Por supuesto que lo ideal es evitarlos en la mayor medida posible, pero esto no siempre se podrá y tampoco es una buena idea obsesionarse con hacerlo, lo mejor es simplemente tomar medidas por nuestra propia cuenta, y trabajar en la mejor herramienta para combatir este problema: la nutrición.

Y todo se puede reducir a consumir más proteínas y grasas saludables, y más frutas y verduras, las cuales te brindarán todos los beneficios que vimos previamente como el aporte de antioxidante y fibra. Hidrátate bien, apoyate con alimentos que promueven la desintoxicación, y procura optar por alimentos orgánicos cuando sea posible.

En un mundo donde escapar de las toxinas no es completamente posible, necesitamos desarrollar mejores defensas, mismas que se construyen comiendo bien.

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