Lo que comes te construye o te destruye.

La importancia de escoger bien tus alimentos.

Nuestro cuerpo necesita nutrientes para funcionar.

Los utilizamos para cumplir con todas las funciones de nuestro organismo, para construir y reparar a nuestras células, y para mantenernos vivos.

Y aunque la función principal de los alimentos es nutrirnos, el ser humano ha creado una nueva forma de arte: la gastronomía.

Todos tenemos alguna comida favorita, todos tenemos gustos culinarios que nos hacen salivar de tan solo de pensarlos.

Todos sabemos disfrutar de un platillo bien preparado. Y gracias a esto, la comida ha jugado un papel fundamental en el desarrollo y construcción de nuestros eventos sociales y sociedad.

Y aunque esto ha ayudado a que el ser humano haya prosperado como lo ha hecho, en los últimos años también se ha convertido en un problema.

Hoy en día hay una fuerte polémica que rodea a los alimentos: ¿Qué alimentos son saludables, y cuáles no? Esto debido al gran aumento en sobrepeso y obesidad, así como de enfermedades crónicas que se han visto en los últimos años.

La duda de qué alimentos son mejores para nosotros surge porque los medios nos rodean constantemente de publicidad y noticias sobre una nueva “dieta”, miles de productos “saludables”, mejores y peores alimentos para tu salud, entre muchos otros mensajes. Esto crea confusión. Y aunque la explicación técnica necesitaría de un libro entero, podemos resumir todo en los siguientes párrafos:

El que un alimento sea dañino o no casi nunca radica en el alimento en sí, si no en su procesamiento.

El procesamiento de un alimento se refiere a la alteración de un alimento (agregar químicos, eliminar propiedades, añadir sustancias, etc.) para hacer que su presentación sea más agradable, costeable, sabrosa, y práctica.

El procesado de un alimentos puede darse de muchas maneras, pero hay una regla general. A mayor procesamiento tenga un alimento, menor será su valor nutricional, y mayor será su aporte de sustancias dañinas para tu cuerpo. Por esta razón, como regla general, es bueno evitar en la mayor medida posible los alimentos procesados. Por otro lado, los alimentos en su forma natural, están llenos de nutrientes y ayudan a nuestro cuerpo a funcionar correctamente.

¿Cómo saber qué alimentos están procesados y cuáles no?

Hay tres maneras sencilla de saberlo:

  • Si viene en una caja o es un producto empaquetado.

  • Si tiene una etiqueta nutricional con una larga lista de ingredientes, sobre todo ingredientes químicos de difícil pronunciación.

  • Si viene en una forma o presentación que no encuentras en la naturaleza. (Una barrita de proteína o un pan).

Estos alimentos suelen ser altos en compuestos que inflaman enormemente a nuestro organismo y desbalancean a nuestras hormonas.

Esto ocasiona que subamos de peso y aumente nuestro riesgo de desarrollar muchas enfermedades.

Por otro lado, los alimentos naturales y saludables hacen lo contrario.

Los alimentos naturales son fácilmente identificables por que son alimentos que puedes encontrar en la naturaleza: frutas, verduras, granos, semillas, pollo, mariscos, carne, legumbres, etc.

Una dieta rica en alimentos naturales va a nutrir a tu cuerpo como necesita. Y vas a tener la salud que mereces.

De vez en cuando podemos comernos ese pastelito procesado que tanto nos gusta, solo procura que no constituya tu dieta cotidiana.

Come alimentos naturales y reales la mayor parte del tiempo y goza de una salud ¡Óptima!

Artículo que escribí para la revista de QMagazine de QRoads.

Rodrigo Arteaga

Médico apasionado en crear salud con cambios fáciles en el estilo de vida.

https://www.drrodrigoarteaga.com
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